Antes he comentado que se solicitó el oportuno permiso, está muy bien eso de conservar, pero es alucinante el estado del barranco, en el que nos encontramos con el protector de la carretera que se ha caído como un obstáculo más del descenso y otros colgando de sus paredes (menuda “protección de mis cojones” del medio ambiente y de la carretera), habría que hacerlo constar en los croquis (¡ojo! guardarrail 5m.). Aún así el descenso fue agradable, después nos fuimos a tomar unas sidras con nuestros grandes amigos del pueblo de Casielles, leyenda viva de cómo se vivía en los Beyos, y abrazar a Herminio, que con sus 95 años sigue yendo a la yerba con sus hijos. Al día siguiente nos fuimos al pueblo de San Román (Amieva) para bajar la foz del río Colín, pero solo encontramos agua en la zona alta (abierta), en la primera zona encajonada solo las marmitas tenían agua y nos pudimos divertir con sus toboganes, en la zona más baja las marmitas putrefactas hacen odioso el descenso, con lo que volveremos a visitarlo con más agua.
COMANDO DUBIDU
No hay comentarios:
Publicar un comentario